Quiero dedicar esta entrada a Manuel Rivas, poeta y escritor gallego.
Mi primer conocimiento de él fue a través de la lectura de su libro de cuentos "Un millón de vacas", que fue uno de esos libros que debo reconocer que compré por su curioso título y su portada gris. También porque era de relatos y por la temática que trataba: cuentos mágicos y extraordinarios, llenos de desasosiego y enmarcados en el mundo rural.
Por supuesto que el libro me encantó. Rivas es un transmisor de sentimientos tremendo, cuando lees sus cuentos, puedes imaginar de forma clara cómo piensan y se sienten los personajes y recrea a la perfección el ambiente que rodea a la historia.
Ahora estoy leyendo el último libro del autor, "Las voces bajas" donde se respira y nos envuelve de nuevo ese tono intimista y nostágico en el que es tan fácil reconocerse en todo momento.
Un libro en el que nos susurra sus recuerdos de Galicia, de su niñez y su juventud. Algo en la que nos vemos reflejados y contado con una belleza íntima y rica en sentimientos. Genial.
Para terminar os dejo un pequeño extracto sobre el recuerdo sus clases de mecanografía. Para disfrutarlo sin duda.
"Entre otras cosas fui a la academia de mecanografía. hay un poema de Pedro Salinas en el que llama "alegres girls" a las teclas. Fue lo que sentí, esa alegría, desde el primer día que me senté delante de la máquina de escribir. Los dedos se movían con torpeza, las varillas se atascaban, pero todo se transformaba cuando se acercaba aquella profesora de macanografía y te colocaba los dedos en su tecla y los presionaba el grado necesario para alcanzar el impulso, la suave potencia que moviese el carro y el andar todo de la escritura universal. Para esa tarea, ella se colocaba detrás, abarcaba tus hombros y orientaba tus manos para hacer de los dedos sabios operarios andarines. La suya era un habla corporal, en la que las palabras, el olor de la piel y las melenas rizadas formaban parte de un lenguaje único que tenía el acento en la yema de los dedos. Los dedos corrían ligeros, felices y bohemios."
CARPE DIEM