Yo pienso que hay mucho de surrealismo en un simple huevo frito.
Quizas sea esa forma de platillo volante, el color amarillo intenso de la yema, la blancura de la clara, la simple palabra "huevo"... o tal vez simplemente es el recuerdo de situaciones e imágenes pasadas. Si hay una escena que se me quedó marcada fue la escena del huevo frito en el volcán de la película "Cavernícola" (1981). La película en si no era gran cosa, solo algunas escenas y algunos golpes la hacen recordar. Sin embargo, cuando un huevo gigante se frie en el interior de un geiser y sirve de comida a una tribu de trogloditas, la sensación que me produjo fue totalmente surrealista. Color amarillo, los hombres comiendo esa gran masa esponjosa y andando por encima de ella, el color blanco radiante... En definitiva una gran idea digna del mejor de los artistas.
Os dejo algunas escenas de la película para que, en la medida de lo posible, podáis recordar y meteros en la situación descrita.
CARPE DIEM