Siempre habrá un sitio en mi corazón para las canciones de Silvio Rodríguez. Formó parte de mi juventud cuando todos deseábamos que el mundo fuese de otra manera y éramos todo esperanza. Era una época rebelde y feliz.
Las canciones de Silvio y de la nueva trova cubana tuvieron un sabor especial, una mezcla de candidez y nostalgia, que me hacían sentirme atraido por ellas y me transportaban a un mundo diferente entre nostágico y triste. Melancolía al fin y al cabo.
Pero aparte de esto, quisiera añadir que las canciones de Silvio a veces eran también surrealistas. Qué decir de la famosa "Unicornio Azul", (Mi unicornio azul ayer se me perdió...) cuya simple evocación es pura fantasía y tristeza.
Pero también hablar de "Rabo de Nube". Las nubes son siempre algo surrealista, que se diluye y se expande cambiando de forma y significado. Pensar en un rabo de nube es difícil en España pero nuestra imaginación nos lleva lejos a pensar en formas cambiantes e infinitas.