Es tiempo para hablar de un escritor muy especial como Luis Landero.
A este escritor lo conocí en su libro "Juegos de la edad tardía" cuando seguí impaciente la vida del gris del inolvidable oficinista Gregorio Olías. Recuerdo que me dejo un recuerdo muy especial, como una especie de magia triste.
Ahora estoy leyendo su nuevo libro "El balcón en invierno"
Es un libro autobiográfico e increiblemente minucioso en el que hay un trabajo interior y una entrega muy grande. Los sentimientos se pueden tocar e incluso masticar. Dado que la época en que transcurren los hechos es la juventud del autor, hay muchas cosas que son de la España de antes, donde se ve ese pais herido y que va madurando poco a poco, con mucho esfuerzo y sufrimiento.
Lo más importante es cómo está escrito, con fuerza, emoción y ternura. Además va dejando esa estela de nostalgia que nos deja la sensación de haber vivido muchas de las experiencias narradas cuando algunos todavía éramos niños.
Como ejemplo dejo estas pequeñas frases del párrafo en el que estoy inmerso:
"Ayer fue un dia que se quedó casi sin vivir"
"...ya por la tarde se puso a llover y las horas se hicieron lentas, interminables, como en esos poemas de Antonio Machado en que la monotonía lo anega todo.."
"...mientras afuera cae la lluvia sobre un mundo que parece haberse quedado como suspendido en la eternidad."
También hay una preciosa frase sobre los libros que es pura NOSTALGIA.
"En los libros leidos está la sombra, el rastro de lo que fuimos, los diversos bocetos de nuestro aprendizaje estético y de nuestra evolución vital, los vestigios de ciertos afanes que un dia nos conmovieron y que luego, tras ser devastados por el tiempo, con los materiales de sus ruinas construimos nuestro modo de ser y de sentir, y lo más valioso y secreto de nuestro bagaje cultural."
Nadie como Luis Landero para hablarnos del pasado y su NOSTALGIA.
CARPE DIEM