Tardé muchos años en comprender y valorar el humor de Miguel Gila. Para mí era un humorista pasado de moda que pertenecía a la generación de mis padres. Sin embargo, con el paso de los años e ido apreciando su originalidad y sencillez por encima de todo.
Es cierto que en sus trabajos más conocidos representaba personajes de la España más profunda de la posguerra. Inolvidable su imagen del cateto, del bombero, del militar... con esos nombres comunes antaño como Abelardo, Marcial, Eufrasio...Gila siempre estará asociado al teléfono: el teléfono de Gila (el clásico, el de toda la vida, el primer modelo).
Además, como amante del surrealismo, para mí los chistes de guerra, esa guerra dulce y amable, en la que el ejército se ponía en contacto con el enemigo, es una situación de lo más Surrealista e irreal, que sorprende por si misma y crea sensaciones que nos hacen reir.
Os dejo dos de sus actuaciones más conocidas de este gran maestro del humor. La de la guerra (humor realmente Surrealista) y el del cateto.
Una sonrisa siempre viene bien
CARPE DIEM
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