Sigo compartiendo con vosotros momentos Cortázar como yo les digo.
Este fragmento forma parte de libro que anteriormente he comentado y que tan especiales momentos me está regalando. Esta vez se trata de un pensamiento en el que Don Julio nos hace partícipes de la forma en que escribe e inventa. Es una manera de explicar cómo Cortázar consigue escribir cosas diferentes y mágicas donde cada momento trivial y anodino se convierte en una gran aventura. El modo de saber que las casualidades existen y que hay muchos mundos pero están en este.
En esta vida aparentemente unilateral que llevamos y que nos impone un poco la inteligencia que es pragmática, utilitaria y selectiva, a mí me sucede continuamente, en cualquier momento de distracción, algo que, le diría, es el proceso contrario del que se sigue para sacar una fotografía. Cuando usted, con su cámara, ve dos imágenes en el visor, las superpone para que estén en foco y saca la foto. Bueno, yo para sacar la foto tengo que separar las imágenes, es decir, que en determinados momentos las cosas se me apartan, se mueven, se corren a un lado y entonces, de ese hueco, esa especie de intersticio, que yo no sé exactamente qué es, surge una incitación que en muchos casos me lleva a escribir, o por lo menos me coloca en un estado de porosidad o receptividad que hace que me sienta impulsado a comunicar y que la escritura se me vuelva más fácil.
Yo creo que cuando alguien es poroso en ese plano, todo lo que la gente llama "casualidades", "coincidencias", se multiplican y, lo que es más, creo que uno termina atrayéndolas.
Queda descubierto el secreto de esa capacidad de mostrar y escribir sobre eso que creemos que no existe y que es la magia de los momentos cotidianos.
¡¡ HAY QUE LEER A CORTÁZAR !!
CARPE DIEM