Aunque ya me referí al atractivo surrealista de los icebergs, ahora vienen de nuevo a mi recuerdo por haber leido un artículo sobre el trabajo que tienen que realizar algunas embarcaciones para remolcar esos enormes hielos flotantes que cuya deriva puede resultar peligrosa.
Aparte del riesgo, hay algo verdaderamente bello y surrealista en esta curiosa ocupación. Sin duda podéis comprobarlo en estas emocionantes, extrañas y sorpendentes imágenes.
Una vez más comprobamos que el surrealismo lo podemos encontrar en cualquier sitio y momento. Solo hace falta un poco de imaginación.
CARPE DIEM
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