Edward Hopper, sin llegar a ser un pintor surrealista, si que consigue con sus cuadros tocar nuestras fibras más sensibles y alcanzar las más desoladoras sensaciones.
Cuando miras un cuadro de Hopper, facilmente te embarga un sentimiento de tristeza y melancolía. También de soledad como se puede apreciar en estos personajes en una habitación de hotel.
Para los que hemos pernoctado solos en alguna habitación de hotel, por trabajo o esperando algo, está sensación es ya conocida.
Yo puedo decir que pasé la noche del 11-S en una habitación de una pensión a unas cinco horas en coche de mi casa y en un pueblo donde iba a empezar a trabajar al día siguiente. Mi incertidumbre era grande y la del mundo también.
Como no podía dormir salí a tomar una copa a cualquier bar cercano. Y Hopper ya sabía lo que pasaría...
DISFRUTAD DE TODOS LOS MOMENTOS.
INCLUSO DE LOS MÁS AMARGOS.
CARPE DIEM
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