Como ya he comentado otras veces, el surrealismo, a mi modo de ver, va íntimamente unido a la música progresiva y también a aquella que transmite sentimientos. Es siempre el complemento perfecto.
En este caso quiero compartir y recordar el sonido de Bill Douglas. Un compositor canadiense cuya música es puro sentimiento y emoción.
En concreto, hace unos dias, rescaté de mi memoria y pude volver a escuchar ese emocionante disco que es "Jewel Lake". Creo que fue el primero que nos regaló (1988). Al parecer está dedicado a un lugar ubicado en Canada y que tiene un lago llamado así Jewel lake.Esta obra está llena de grandes sensaciones y cada tema es como una pieza de una bella composición. Es un nombre muy adecuado al contenido. En la imagen de portada se percibe como la superficie de un lago que está cubierta de destellos luminosos. Hay que dejarse llevar por estos temas que te transportan a un mundo de cristal, un mundo donde la belleza se impone a la realidad. A veces, transmiten tristeza y otras alegría. Se conectan contigo y te envuelven en halo y te llevan un nivel de relajación perfecto para poder comtemplar una buena obra de pintura surrealista.
Aquí tenéis algunas de esas joyas de las que os he hablado.
CARPE DIEM
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