Como no podía ser de otra manera, ha tenido que ser una vez más Julio Cortázar, el que me abra los ojos a otros mundos, a sorprenderme por lo que está a mi alrededor, a abrazar de nuevo el surrealismo.
Llevaba ya unos años inmiscuido en la rapidez del día a día viendo pasar la vida sin apenas darme cuenta. Viviendo en un mundo acelerado. Viajando sin poder bajarme a disfrutar... Hasta que me he dado cuenta de que tenía que hacer algo, tenía que LEER A CORTÁZAR. Pues dicho y hecho: cual Popeye que encuentra sus espinacas, me he sumergido nuevamente en los relatos del gran escritor argentino y he podido traspasar por momentos la barrera que separa el mundo real del imaginario. Me he dejado arrastrar por el camino de la sorpresa y las sensaciones extrañas y estos me han llavado a esos momentos que yo he llamado "momentos Cortázar".
Confío en que esto me inspire y vuelva a estar cerca de vosotros compartiendo experiencias progresivosurrealistas. Por el momento, solo me he leído algunos relatos, todos buenos pero algunos geniales, como "El Final del Juego". Que te dejan un poso de ternura y una sensación de nostalgia eterna.
También me ha sorprendido una maravillosa frase dentro del cuento "Llama el teléfono, Delia":
"Había en la habitación como un gran oído atento, y los sollozos de Delia ascendían por las espirales de las cosas, se demoraban, hipando, antes de perderse en las galerias interiores del silencio".
Una forma genial de describir el ambiente de una habitación. Uno se puede imaginar perfectamente esta como un conjunto de cosas extrañas que forman parte de un gran cuadro surrealista. Magia pura.
Un saludo a todos/as
¡¡ HAY QUE LEER A CORTÁZAR !!
CARPE DIEM
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